Descripción
En todo el mundo las iglesias cristianas se enfrentan al desafío de las religiones populares. Los misioneros trajeron el cristianismo formal y suponían que las religiones tradicionales morirían. Hoy en día está claro que las viejas formas no mueren y en cambio se mantienen en gran medida ocultas a la vista, convirtiendo al cristianismo en una superposición que coexiste con las creencias populares en una relación de tensión. ¿Cómo debe responder la iglesia cristiana? Los autores, basándose en sus años de experiencia, tanto en el aula y en el campo de la misión, ofrecen un modelo convincente que da cuenta de la continua persistencia de las religiones populares. Argumentando que los misioneros occidentales no han tomado en serio estas tradiciones. En particular, los autores consideran cuatro preocupaciones de la vida que conforman los diferentes sistemas de creencias de las religiones populares: la amenaza de muerte, las tragedias y las desgracias de la vida. En cada caso, consideran la importancia de estos temas y elementos que pudieran estar implicados en una respuesta verdaderamente cristiana. En la sección final, ofrecen una propuesta detallada de las respuestas teológicas y misionológicas a las religiones populares. En todas las culturas, los autores argumentan, para un evangelismo exitoso debe presentarse una respuesta bíblica que tenga en cuenta este tipo de sistemas de creencias y prácticas respectivas que expresan esas religiones.
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